De los modelos de acompañamiento en Duelo

 

De los modelos de acompañamiento en Duelo

 Yaneth Rubio Pinilla

Psicóloga – Tanatóloga


En algunas oportunidades quienes se nos acercan buscando orientación, consideran que para no recordar con tanto dolor a su ser querido fallecido es necesario cambiar de casa o no frecuentar los sitios donde se crearon lazos de amor y recuerdos memorables. Esta decisión, se pueden llegar a pensar, les va a hacer sentirse bien… algo así como “vivir en automático”. El asunto es que lo que cargamos, va con cada uno de nosotros a donde quiera que vayamos.

 

Siendo entonces esta posibilidad no viable, se puede intentar optar por otras formas para evadir el dolor. Escudarse en el trabajo, en nuevas responsabilidades, en las redes sociales, en la televisión, en grupos no afines u otras genialidades creativas con tal de evitar el encuentro con nosotros mismos. Cualquier decisión antes que atendernos y reconocer que necesitamos ayuda para transitar este difícil proceso, puede contribuir a complicar un camino que, en compañía, será más fluido y liviano al dividir entre dos o más, el sentir emocional.

 

¿Por qué no escuchar los latidos de nuestro corazón?, ¿ser conscientes de la manera como respiramos?… ¿el silencio? Nos cuesta el no saber que hacer, llegando incluso a negarnos la oportunidad de recibir ayuda. 

 

Ahondar en las respuestas nos permite ver que el asunto es encontrar quien nos lleve de la mano, sin presiones, sin juicios, sin demoras. Sin embargo, lamento reconocer que algunas formas tradicionales de terapia no vienen bien al duelista, toda vez que son modelos, en ocasiones, poco estructurados y superficiales. Se piensa que el solo hecho de hablar del dolor puede ayudar, esperando que pase el tiempo y se genere el efecto olvido.

 

Diversos autores han expuesto sus modelos de duelo. Desde 1.944, Lindemann reforzó los conceptos de Freud cuando habló de 4 etapas durante el proceso. Posteriormente Engel, en 1.943 redujo estas etapas a 3, para luego, Elizabeth Kluber Ross, en 1970, formular las 5 etapas del duelo más difundidas hasta el momento, estudiadas profundamente a través de los pacientes terminales con quienes tuvo contacto durante su ejercicio profesional. En 1976 Parkes aporta 4 etapas del duelo, considerando este proceso como la experiencia vivida después de la muerte de un ser querido.

Así mismo, otros autores como Horowitz en 1.976, Schulz en 1.978, Davison en 1.979 y Backer en 1982, reforzaron estas etapas a través de los mismos fundamentos expuestos anteriormente; hasta que Bowlby, en 1.980, hace un significativo aporte con base en el vínculo, la relación con quien murió y el nivel de apego del duelista con su ser querido fallecido, abriendo así las puertas para que autores más contemporáneos, centraran sus aportes en los principios de la logoterapia, lo cognitivo y lo conductual, generando una mirada más práctica y amigable para acompañar al duelista en su proceso.

 

Más adelante Cicely Saunders, Martocchio, Delisle Lapierre e Isa Fonnegra, entre otros, coinciden en sus modelos al afirmar que la primera reacción que tendrá un doliente será el Shock para posteriormente enfrentarse a la tristeza profunda, el sufrimiento intenso y, finalmente, la resolución del duelo, que permite al duelista reorganizarse desde una fase creadora.

 

Tal es el caso de “Las 15 TAREAS del DUELO” como modelo; el cual plantea 3 niveles: Sentir, Comprender y Trascender, sin ocuparse de mostrarle al duelista un estado particular de una etapa sino más bien, brindándole herramientas y recursos que le permitan tomar decisiones de vida que generen un mayor entendimiento de su propio proceso y, por lo tanto, mejores resultados.

 

¿Qué necesidad se tiene de enseñar al duelista sobre aspectos técnicos cuando lo que importa es lo que está sintiendo dentro de su caos y dolor emocional del duelo? Nuestro modelo de “Las 15 TAREAS del DUELO” resulta preciso, ordenado, eficaz y acoge al duelista desde la utilización de un lenguaje comprensivo y amoroso, llevándolo de la mano hasta que pueda reconstruir su paz interior, la serenidad y la gratitud, inspirándolo para proyectar nuevas acciones en reconciliación con la vida. La sana elaboración del duelo nos permite reconstruirnos como seres humanos, saliendo de allí en transformación total y dispuestos al servicio de quienes apenas van llegando.

 

“Las 15 TAREAS del DUELO”, nos permiten la compañía de nosotros mismos, desafiante en un inicio, puesto que quizá somos unos perfectos desconocidos.  Seguimos la ruta propuesta y poco a poco vamos entendiendo que estaremos junto a nosotros mismos hasta el último día de nuestras vidas, llevando en el corazón a quienes se nos adelantaron en el camino, con la alegría de haber hecho parte de sus vidas.

 

Abrimos nuestros brazos para recibir al duelista, éste que día tras día se bate en duelo con el dolor, y que, desde su trabajo con “Las 15 TAREAS del DUELO”, con certeza saldrá airoso, regresando a la vida renovado con la fuerza del amor.


1 comentario en “De los modelos de acompañamiento en Duelo”

  1. Sot una doliente que perdio a su hijo hijo un jovencito de 26 años y estoy en este grupo poque deseo entender este gran dolor, el haber ingresado y escuchar los videos, estar en el grupo de apoyo me esta ayudando pero aun no puedo aceptar su partida de mi hijo era todo para mi mi razón de vivir y ahora me siento tan sola y vacia.

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