Hola, bienvenidas, bienvenidos.
Me pidieron que hiciera
una sección donde pudiera “aconsejar” a los duelistas. Pero he pensado que eso
de “aconsejar” es muy pretencioso, en particular cuando se trata de acompañar
un proceso de duelo, pues la decisión de realizar o no una acción, pertenece al
mundo íntimo de cada persona y está rodeada de condiciones únicas y muy
particulares que es necesario conocer previamente para poder tenerlas en
consideración. Por tal razón me limitaré a “sugerir”
En esta oportunidad
quiero hacer algunas sugerencias a aquellos duelistas que nos preguntan: ¿Qué hago?, o, ¿Qué hago con este dolor que
me está consumiendo?
Ahora mismo, decide
poner en práctica alguna forma de EXPRESAR esas emociones que estás
experimentado. Elige aquella que esté más a tu alcance. Para ello te
sugiero tres decisiones concretas que puedes tomar. Realiza la que te motive
más, consideres más importante o más útil.
Decisión
1:
Llama a un familiar, a
un amigo, a un vecino o a un compañero de trabajo o estudios con quien tienes
confianza y dile:
“Necesito
hablar contigo, necesito que me escuches, no te preocupes si no puedes decirme
nada, sólo deseo expresarte lo que siento porque debes saber que te quiero y
respeto”
A continuación, ábrele
tu corazón, dile lo que sientes, no tanto lo que piensas. Llora si es necesario
(eso es muy bueno), verbaliza con esa pesonas tus emociones procurando no
abusar de su tiempo. Luego despídete de él, no sin antes agradecerle por
haberte escuchado.
Decisión
2:
Si te es posible,
conéctate por medio de tu celular, tu Ipad o tu computador, a nuestra página: Cuando el Duelo Pregunta en YouTube.
Dedica unos breves minutos a observar algunos de los videos que allí se te
ofrecen. Reflexiona luego sobre lo visto y escribe un breve párrafo sobre lo
que te aportó esta experiencia.
Decisión
3:
Si eres creyente, dedica unos minutos a hablar con tu
Dios, Si tienes alguna oración preferida, exprésala con profundo amor y fe. Pero
si no quieres repetir alguna forma ya conocida de orar, habla con tu él de tú a
tú. Ábrele tu corazón de manera franca y libre. Agradécele su compañía o reclámale
su ausencia o su silencio si lo consideras necesario, pídele que te apoye, que
nunca te abandone, que llene el vacío que dejó tu ser querido. Despídete de él y agradécele por escucharte,
si no te lo impide algún enfado que estés experimentando hacia él o hacia otros.
No importa si no lo haces, él te entiende, él te ama, el te acepta como tú
eres.
IMPORTANTE.
No te aisles, expresa tus emociones, movilítate, no te quedes quieto(a). Actúa.
Hay muchas formas de hacerlo.