UN RAYITO DE SOL EN MI

UN RAYITO DE SOL EN MI

Por: Ine Gaitán

buenduelo@gmail.com

Uno de mis sueños cuando empecé con el tema del duelo
y como artista plástica era la de crear una Unidad de Duelo Ambulante. Me
quería comer el mundo con ella con el único objetivo de educar en el tema de
una manera novedosa y creativa. Qué sorpresa, justo andaba en esas cuando
recibo la invitación para participar en una exposición de arte poco común, en
un cementerio con un Mausoleo de Momias. Era una propuesta interesante que me
generaba mucha curiosidad, así que acepte emocionada sin saber lo que me iba a
pasar. Antes de la exposición se organizó un viaje con todos los expositores
para conocer y escoger el lugar donde cada uno haría su intervención.

San Bernardo es un municipio colombiano del
departamento de Cundinamarca donde por razones desconocidas porque aún no se
sabe, aunque los que viven allí dicen que es por algunos alimentos que ellos
cultivan y consumen que se momifican los muertos. Por este motivo se creó el
Mausoleo donde en urnas de cristal se exhiben los cuerpos momificados y también
se da la opción a las familias de llevarse a casa a sus seres queridos en este
estado. Después de varias horas de recorrido llegamos.

Caminamos el cementerio en grupo y luego cada uno por
separado para escoger su lugar de trabajo. El olor a pino con cada paso que daba
se impregnaba de manera especial en mí, lo recorrí y observé en detalle hasta
llegar al lugar que me dictó el corazón estar.

Rodeada de árboles y flores me detuve para sentir e imaginar allí mi
unidad de duelo. Era un lugar bonito, me sentía tranquila pero intranquila al
ver la cara de la directora de la exposición al mostrarle el lugar escogido. Ni
ella se imaginaba lo que iba a escoger y yo menos en el lugar que me
encontraba, la fosa común.

Cuando esta mujer me dijo eso, sentí un dolor muy
fuerte en el estómago y se me vino a la cabeza un embarazo que no llegó a su
término. Una pérdida a la que no le había elaborado su duelo. Comprendí que lo
tenía congelado que había pasado la página como si nada hubiera sucedido. De
regreso a casa recuerdo haberme preguntado varias veces:

¿Por qué a mí, justo en este momento se me revive esta perdida y de esa
manera cuando mis planes eran otros?

Era claro le daba la atención que se merecía y
elaboraba mi duelo o lo metía al congelador de nuevo. Una herida que no ha sanado
nos va a perseguir toda la vida, así que tomé la decisión de hacer una pausa
para tocar mis recuerdos no para hacerme daño todo lo contrario, para darme
cuenta que seguías alborotando mi existencia. Atenta a cada detalle aprendí más
de ti y de mí. Y lo hice una y otra vez eso de sentir y expresar para encontrar
sentido a nuestra unión y calmar el alma en duelo que quedó. Lo hice también
para mi sanación y dar cierre a lo que pasó. Hoy ese RAYITO DE SOL en mí, me
ilumina de manera especial mi vivir. Gracias por existir.

 

INE GAITÁN

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