Los recuerdos, la naturaleza y la alegría. El PECHI un mensajero de amor… Por: Julián Castelblanco

El PECHI un mensajero de amor…
Por: Julián Castelblanco (julian@cuandoelduelopregunta.com)

Hay una delgada línea entre la locura generada por los recuerdos de nuestro ser querido y la posibilidad de ser felices después de un duelo. En este artículo analizaremos la posibilidad de demarcar con claridad ese límite a partir del encuentro con la naturaleza y la relación de ella con nuestras emociones y sentimientos.

En los momentos de mayor angustia, cuando he tenido el reto de enfrentarme a las decisiones más difíciles, cuando la vida parece no ir bien… en esos precisos momentos, siempre, sin falta, la naturaleza y sus maravillas aparece con claridad para brindar un camino, una posibilidad, una respuesta.

Esta relación que hemos experimentado como familia de la presencia de mi hermano a través del pechirrojo, siempre ha llegado para calmar nuestras angustias y brindar una perspectiva diferente de la vida. No es el pájaro en sí, que es hermoso y atractivamente solitario; es la sensación que genera al verlo, en el momento preciso, en la respuesta oportuna… es la paz que nos comunica.

Este encuentro con la naturaleza a través de los recuerdos de Hugo Alejandro, comenzó a definir un camino diferente al dolor para nuestro proceso de duelo. Estábamos tristes, veíamos un punto rojo en la distancia, y llegaba la posibilidad de reír, de aun sorprendernos ante la vida. Estos tres conceptos: Recuerdos, naturaleza y alegría, llegaron a nuestra vida representados en un pechirrojo para permitir la posibilidad de un nuevo y más profundo sentido de vida.

Durante los diferentes artículos de este boletín nos hemos preguntado si es posible dejar entrar la alegría en medio del duelo. Hoy, con la distancia del tiempo y nuestras decisiones, no podemos responder de una manera diferente: SÍ es posible y además es DESEABLE. Y no dudo, que un camino para llegar a abrir la puerta a esta opción está en permitir que los recuerdos se afinquen en la belleza de la naturaleza, para generar paz en nuestros corazones. “El Pechi” como lo hemos llamado durante todos estos años, no es otra cosa que la boleta de entrada para recordad a mi hermano con alegría y tener la oportunidad de disfrutar el presente.

Sal a caminar, permítete ser parte de la naturaleza, sus sonidos, sus diferentes sensaciones, su temperatura, sus maravillosos animales. Abre la posibilidad de encontrar respuestas en estos momentos de paz…

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