TODO ESTA BIEN. El Pechi, un mensajero de amor

TODO ESTA BIEN.
El Pechi, un mensajero de amor

 

En forma de pájaro, mariposa, colibrí,
perro, gato… en forma de sueño… durante 30 años, a partir de la muerte de mi
hermano, hemos entendido “sus” palabras a través de nuestra propia paz
interior. Cada aleteo o presencia del pechí en nuestras vidas, no es otra cosa
que la confirmación de que “TODO ESTÁ BIEN”.

Mi mayor conflicto emocional se centraba en
mi imposibilidad para volver a sonreír: “estamos en duelo, este es un momento
para estar tristes”, me repetía en silencio cuando la cotidiana vida, a mis 15
años, me llevaba por instantes de juego y diversión. Y si entonces, permitía
que la alegría regresara a mi vida, me culpaba por semejante ofensa: “Quizás no
quise lo suficiente a mi hermano”, me cuestionaba de inmediato.

Una noche, estando de vacaciones en la casa
de unos amigos de mis padres, que vivían a la orilla del mar, mi papá nos despertó
para contarnos un sueño. En él, mi hermano se levantaba de su cama de hospital
para enviarnos un mensaje: -Dile a mi mamá que estas heridas que tengo en el
rostro y en mi cuerpo, ya no importan. Estoy bien, me siento bien… TODO ESTÁ
BIEN. Dile a Julián que no hay problema con reír. Que vuelva a reír, que ese es
el camino correcto… que me gusta verlo reír… QUE YO ESTOY BIEN y me siento
orgulloso de él.

Nunca le comenté a mis padres sobre mi
preocupación por recuperar mi risa. Sobre mi tortuoso intento por volver a ser
joven. Nunca le comenté sobre mi naciente sentimiento de culpa producido por
mis “terribles episodios de no tristeza”. Prefería callar y procesas todo esto
en silencio para no generar más dolor al dolor. Sin embargo, un sueño que no
fue solicitado tocaba a mi puerta para autorizar la alegría de nuevo en mi
vida… cuando esta pudiera atreverse a llegar de nuevo.

El mensaje, sobre el cual prefiero no
encontrar explicación, llegaba con paz y brindaba herramientas para poder
trabajar las posibles culpas que pudieran estar brotando en mi interior. TODO
ESTÁ BIEN… expresa tu humanidad con libertad, permite que el flujo de la
existencia continue su cause, y date la libertad de ser parte de él. EXPRESA,
QUE TODO ESTÁ BIEN.

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