La importancia de contar con el otro cuando se sufre una pérdida. Por: Lina Domínguez

Cuando una pareja se enfrenta a una pérdida y
a su correspondiente duelo, lo hace desde dos frentes diferentes: como pareja y
cada persona de manera individual.

El entender el duelo como pareja, conlleva a transitarlo,
en primera instancia,  de manera
individual, porque cada persona lo vive de manera única y diferente. El
principio fundamental, es entender lo que esta pérdida representa para cada
uno, cómo nos hace sentir, qué nos pasa, lo que pensamos   y de allí, si poder expresar a la pareja lo
que sentimos, sin presiones.  

Con la experiencia que viví con mi pareja, aprendimos
a entender que presionar al otro, no es una buena alternativa. Entendimos que digerir
primero lo que pasó,  de forma individual,
es muy importante.

El duelo, en nuestro caso, nos llevó a
transformar lo que somos, tan pronto aceptamos lo que pasó y visualizamos, como
pareja,  el no haber podido  gestar un hijo. 

Cada uno pasó por emociones de tristeza,
culpa, miedo, rabia y mucha incertidumbre, las cuales generaron desgaste físico
y emocional,  además, de una gran frustración,
por no poder lograr lo que tanto queríamos, pese a la intención, el amor, el
esfuerzo y la dedicación que pusimos ambos.

Sumado a esto, recibimos la presión que las
personas ejercían sobre nosotros, al querer conocer el avance del proceso: ¿Qué
noticias hay?, ¿ cómo van con el tema?,¿ por qué no intentan esto o lo otro?  Agotamos todas las instancias médicas y hasta
las místicas. Esperábamos que, si lográbamos nuestro cometido, lo gritaríamos a
los mil vientos.  Lidiar con esta
presión, es otra de las cosas que se suman a lo que la pareja debe enfrentar.

Durante el camino, abrir espacios para hablar,
fue muy importante, validando previamente si deseábamos hacerlo en ese momento
o programar, con buena disposición, un espacio posterior para ello.  A veces, cuando tú quieres y tu pareja no, o
viceversa. El arte de conversar y respetar los silencios, también tiene un
significado importante en la relación de pareja.

En nuestro caso, también nos confrontaron  las creencias que traíamos sobre el
considerar que una familia la hacen los niños, ¿entonces, qué éramos como
pareja sin ellos?  Al final, reconocimos que
somos la misma familia, pero sin hijos.

Poder hablar
en pareja con libertad de las opciones que teníamos, fue un alivio, al
reconocer lo que estábamos dispuestos a hacer y  lo que no, de acuerdo con nuestros valores y
principios y de lo que considerábamos importante para nuestra vida en común.
Tener un consenso y decidir juntos, nos unió mucho. Nos entendimos mejor y nos
apoyamos en las decisiones que tomamos. Esto nos quitó un peso de encima muy
grande. Nos dio bienestar y serenidad.

En segunda
instancia, una vez el proceso individual se fortalece, entra el proceso de
pareja. La pérdida sentida en común, permite mostrarte otros puntos de vista,
otra mirada frente a cómo pasaron las cosas y lo que trae el presente y el futuro.
Sentir que no estás solo(a) en el camino, abre tu corazón luminosamente.
Entender de manera empática lo que le duele a tu pareja y que ella entienda lo
que te duele a ti, consideramos es el pilar del Nosotros que seguimos
siendo.

Al final,
fortalecidos como pareja,  pudimos hablar
del duelo que teníamos hacia afuera, mostrar nuestra vulnerabilidad, lo que nos
dolió y empezar a generar conversaciones con nuestros seres más cercanos, sobre
lo que sentíamos y que también  ellos
vivían.

Tener el
apoyo de nuestra pareja ante la adversidad, una pérdida o un duelo, siempre
será una bendición. Alguien en quien confías con todo tu ser, siempre estará
allí para ti. Así no entienda muchas cosas, así no esté de acuerdo contigo en
todo, sin embargo, te acompañará a tu ritmo y validará quién eres y que sientes,
porque tú eres con quien quiere estar. El amor une y logra  sanar la mayoría de las cosas difíciles por
las que pasamos en la vida.