El pechi, un mensajero de amor… «Mi espiritualidad tiene alas». Por: Julián Castelblanco

Mi espiritualidad tiene alas.
Por: Julián Castelblanco
julian@cuandoelduelopregunta.com

 

Mi conflicto con el pechirrojo, dentro de nuestro
proceso de duelo, fue el concepto “mágico” y un poco esotérico, de la
representación del “espíritu de mi hermano», en un pájaro. Me parecía
injusto con el pájaro.

Con el tiempo, esta idea se fue transformando, al
observar la capacidad de servicio del pájaro, frente a nuestro proceso
emocional y las intenciones de compañía de mi hermano. Como cuando un buen
amigo sale de vacaciones y va a viajar a una ciudad donde tienes un familiar
cercano y se ofrece a llevar un mensaje o un encargo de manera desinteresada.

Y entonces, ese amigo, separa tiempo de sus vacaciones
para buscar una dirección y entregar un presente o una noticia que, en el
momento oportuno, pueda generar paz y tranquilidad a un ser humano que,
posiblemente, hasta ese momento no conocía. Es un acto de generosidad inmenso.
Separar un tiempo importante de sus vacaciones para dar alegría a un extraño,
sin otra recompensa distinta a una posible sonrisa. Y, entonces, me pareció
digno con el pájaro.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Encuéntranos en:

Accede nuestros conversatorios y entrevistas exclusivas