“El Pechi”, el hilo conductor…

Por: Julián Castelblanco
julian@cuandoelduelopregunta.com

¿Cómo conjugar el proceso de duelo producido por la muerte de un hermano, frente a la madre que perdió su hijo y el padre que perdió también el suyo?

Cada relación es diferente, cada manera de ver, sentir, reflexionar y reaccionar ante las emociones producidas por la pérdida, ES DIFERENTE. El tiempo es un constructo que está atado a la percepción, a la manera como entendemos el corazón, y lo sentimos; y en como esto se entremezcla con el universo. Y entonces, ¿cómo conjugar estos procesos diferentes para apoyarnos en esa diferencia y construir nuestro camino individual? La respuesta puede estar en la poesía.

En nuestro caso, esa poesía vino en forma de pájaro. La poesía tiene la virtud de tener un mismo texto que NECESITA ser entendido de manera diferente por cada persona que se enfrenta a él. Y hablo de poesía no solo como la figura literaria que se plasma en un papel a través de las letras, sino también desde la posibilidad de ver el mundo con la sabiduría de nuestro corazón.

Hoy, 30 años después de la muerte de mi hermano, seguimos acompañando caminos de duelo a través de nuestra propia experiencia familiar. El hilo conductor que ha permitido esto es la reflexión que diariamente nos generaba la presencia del pechirrojo en nuestras vidas.  Cuando mi padre nos contó su experiencia con este pajarito, cada uno, desde su propia manera de entender esta poesía, adaptó el mensaje a sus necesidades. Cada uno, mi madre, mi padre y yo, lo entendimos a nuestra manera, a cada uno nos comunicó mensajes diferentes y tuvimos respuestas únicas ante su presencia… y las compartíamos… y como era poesía, nos encantaba la diferencia interpretativa del vuelo de un mismo pájaro. El pechi, fue el hilo conductor que posibilito el poder construir nuestro duelo en familia y de manera individual.

¿Cuál es tu hilo conductor?, ¿Cuál es tu pechi?… ¿Cuál es la poesía que te permitirá apoyarte en tu familia para encontrar salidas a tu dolor?