EL PAPEL DEL PLACER EN EL DUELO

Por: Psico. Milena Casas

ps.casascastromilena@gmail.com

El duelo es una experiencia emocional intensa que sigue a la pérdida de un ser querido o a una situación de pérdida significativa en la vida de una persona. Durante este proceso, es común experimentar una amplia gama de emociones, como tristeza, ira, confusión y, en ocasiones, también momentos de placer, alegría, disfrute o paz. A primera vista, puede parecer contradictorio que todo lo relacionado con el placer y el duelo coexistan, pero desde una perspectiva científica, existen explicaciones que arrojan luz sobre esta aparente paradoja. En este artículo, quisiera que exploremos las sensaciones de placer que se pueden experimentar durante el proceso de duelo y cómo estas pueden influir en el bienestar emocional.

La naturaleza dual de las emociones durante el duelo:

Culturalmente asociamos el duelo a ciertas expresiones emocionales, que hemos determinado como “correctas”, para demostrar nuestro dolor o tristeza frente a la pérdida. Sin embargo, el duelo no se trata únicamente de sentir emociones que culturalmente hemos definido como “negativas” (tristeza, dolor, nostalgia, entre otras), sino que también puede implicar momentos de placer o felicidad (alegría, disfrute, satisfacción, paz). Aunque a veces creamos que las emociones son excluyentes, estas no son compartimentos impenetrables; en cambio, se entrelazan y coexisten en la experiencia humana; es por esta razón que el tema emocional es más complejo de lo que pensamos y esto, en ocasiones, hace que sea difícil de entender. Sin embargo, saber que las emociones coexisten y se entrelazan, permitirá entender lo que ocurre en un proceso de duelo, aceptando así la gama infinita de emociones que podemos experimentar, sin emitir juicios que nos generen culpa. Durante el duelo, las personas pueden encontrar instantes de alegría, al recordar los buenos momentos compartidos con el ser querido fallecido, con la llegada de un nuevo miembro a la familia, el logro de una meta laboral, personal o escolar, o al encontrar consuelo en el apoyo social de amigos y familiares. Estos momentos de placer no anulan la tristeza y el dolor, sino que forman parte de la complejidad emocional inherente al proceso humano, en medio del fenómeno del duelo.

El papel de la neurobiología en el placer durante el duelo:

La comprensión del papel del placer durante el duelo, también implica una mirada a nivel neurobiológico. El cerebro humano está compuesto por un sistema de recompensa, que se activa cuando experimentamos placer. La psiquiatra Marían Rojas Estapé explica cómo las hormonas pueden influir en nuestro comportamiento y, particularmente, menciona el papel de dos hormonas que influyen notablemente en nuestro funcionamiento emocional. Estas son la oxitocina y el cortisol. 

El cortisol es la hormona del estrés y se segrega fundamentalmente en momentos de alerta o amenaza. Es cíclica y su liberación posee un patrón que sigue de manera habitual el ritmo de la luz, por lo que se libera más al despertarse, lo que la hace beneficiosa, porque nos activa en las mañanas. Luego, durante el día, decrece y en la noche vuelve a aumentar ligeramente.  El cortisol, como todas las hormonas de nuestro sistema, cumplen un papel importante en nuestro funcionamiento; sin embargo, el problema radica cuando se libera en exceso, porque el organismo se intoxica de cortisol. Cuando esto ocurre, nuestro sistema permanece en constante alerta, nos sentimos agotados, estresados, ansiosos, las defensas en nuestro organismo pueden bajar, volviéndonos vulnerables a contraer enfermedades, nuestros órganos pueden inflamarse; incluso, un exceso de cortisol puede llegar a inflamar el cerebro. Estudios recientes han demostrado que la depresión es una enfermedad inflamatoria de este órgano. 

Durante el duelo, puede ser común que los niveles de cortisol sean elevados, y es natural por todo lo que significa y representa la pérdida. Entonces, la pregunta sería: ¿cómo podemos contrarrestar esos altos niveles de cortisol que se pueden generar? Pues bien, la otra hormona que les menciono es la oxitocina. Esta hormona es muy importante en la mujer durante el embarazo, el parto, la lactancia y las relaciones sexuales. Esta se libera cuando hay momentos de satisfacción y placer; el organismo libera oxitocina cuando nos comportamos con generosidad y compasión, cuando la mente detecta un ambiente amable, relajado y confiable. La oxitocina tiene la capacidad de sofocar la zona del cerebro encargada de regular la ansiedad. 

Teniendo en cuenta estas características, podríamos afirmar que:

  • La oxitocina ayuda a rebajar los niveles de estrés y a tener una actitud más positiva.
  • Permite que seamos más empáticos.
  • Cuando en nuestro sistema aumentan los niveles de oxitocina, disminuyen los niveles de cortisol.
  • Los momentos en donde nuestro organismo produce oxitocina, son los que están relacionados al desarrollo de los lazos o vínculos humanos.

Dicho esto, quiero hacer referencia a lo que puede ocurrir en nuestro organismo y en nuestro cerebro, cuando estamos pasando por un momento de duelo. Los niveles de cortisol, aunque si bien pueden aumentar de manera significativa, también se pueden contrarrestar, cuando buscamos y permitimos momentos que nos generen bienestar como, por ejemplo: 

  • Recordar momentos felices con la persona fallecida.
  • Compartir momentos o situaciones que nos brindan consuelo y apoyo emocional. 
  • Buscar espacios para compartir con personas que nos generan calma, alegría y bienestar.
  • Cantar.
  • Bailar.
  • Escuchar la música que nos gusta.
  • Meditar u orar.
  • Hacer ejercicio.
  • Dormir. 

Este tipo de experiencias placenteras pueden generar la liberación de oxitocina, dopamina y serotonina, que son las hormonas que están relacionadas con el bienestar y el equilibrio emocional.

La importancia del placer para el bienestar emocional durante el duelo:

La presencia de placer durante el duelo, no significa que la persona esté negando su dolor o la importancia de su pérdida. Más bien, estos momentos de placer pueden desempeñar un papel crucial en el proceso de adaptación y recuperación emocional. Experimentar placer, puede ayudar a las personas a mantener un equilibrio emocional y a encontrar consuelo en medio del dolor. Además, el placer puede fomentar la resiliencia, brindando momentos de alivio y esperanza, mientras experimentamos tristeza y sufrimiento.

La importancia de permitir y gestionar el placer durante el duelo:

Es importante tener en cuenta que cada persona vive el duelo de manera única, y lo que puede brindar placer a una persona, puede no tener el mismo efecto en otra. Algunas personas pueden sentirse culpables por experimentar placer en medio de estos momentos, como si fuera una traición a la persona fallecida. Sin embargo, es esencial permitirse experimentar una amplia gama de emociones, incluido el placer. No hay una forma correcta o incorrecta de vivir el duelo y cada individuo debe encontrar su propio equilibrio emocional.

En conclusión, el duelo es un proceso complejo y emocionalmente desafiante, en el que las personas experimentan una amplia variedad de emociones. Aunque pueda parecer contradictorio, es perfectamente normal experimentar momentos de placer durante el duelo. Estos momentos de alegría pueden brindar alivio emocional, ayudar en la recuperación y promover un mayor bienestar mental. Es importante permitir y aceptar estos momentos de placer sin sentir culpa, ya que forman parte de la experiencia humana y el camino hacia la sanación emocional. Cada individuo tiene su propio proceso y encontrar un equilibrio personal, es esencial para avanzar hacia la adaptación y la aceptación de la pérdida.

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