CELEBRANDO A/CON NUESTROS DIFUNTOS

Autora:  Martha Medina Orellana
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Correo:  martha_medina9@hotmail.com

CELEBRANDO A/CON NUESTROS DIFUNTOS

¡Cuántas emociones se esconden detrás de las celebraciones! 

Está supuesto que los cumpleaños, los aniversarios y fiestas icónicas como Navidad y Año Nuevo, signifiquen ocasiones y tiempos maravillosos que nos brinden alegría y regocijo.

Sin embargo, para quienes estamos viviendo un duelo, cada vez que se nos aproxima una celebración, comienza una tortura emocional cíclica y pueden detonarse factores que incrementen nuestro dolor, el que, tal vez, ya creíamos haber “dominado”.

En toda esta situación, tiene que ver mucho si hemos trabajado o no nuestro duelo. A medida en que se acerque el día de la celebración, lo más probable es que aparezcan signos como:

  • Sentir que no tendremos energía para socializar.
  • Sentir infinita tristeza.
  • Extrañar, más de lo acostumbrado, a nuestro ser querido trascendido.
  • Experimentar cambios en nuestro estado de ánimo.

Independientemente de que sean fechas nuestras o de nuestros seres queridos, como cumpleaños, aniversarios, etc., son épocas en las que nuestras emociones vuelven a subirse a la conocida “ruleta rusa” que conocemos tan bien. 

Los recuerdos, ciertas sensaciones o situaciones específicas, nos transportan nuevamente a todo lo que se envolvía en aquellos primeros días en los que comenzábamos a atravesar esta tormenta, que pareciera no tener fin y que nos trae como “regalo” nuestra ya conocida vulnerabilidad. 

El duelo suele ser un proceso agotador, debido al desorden en que se presentan nuestras emociones, así como a su grado de intensidad y no saber cómo manejarlas. Además, el hecho de aceptar y comprender la ausencia de nuestro ser querido, es sumamente demandante.

Consejos para duelistas para afrontar la fecha.

¿Cómo se hace para poder “vivir” la fecha sin caer en ataques de ansiedad o depresión? 

Cualquier fecha relacionada a nuestros seres queridos trascendidos, que para nosotros los dolientes tenga un significado especial, será un desafío extremo que nuevamente moverá nuestro piso y hará tambalear el entorno que hemos comenzado a construir nuevamente.

Por ello, es importante que, en los tiempos de celebración, hagamos pausas en nuestras rutinas diarias y nos detengamos para vivir paciente y lentamente, una introspección de la que, tal vez, podamos sacar algo positivo, como ir construyendo una nueva identidad, donde el auto aprendizaje compasivo tenga un rol importante que sirva como bálsamo para nuestros corazones rotos. 

Algunas sugerencias para calmar el torbellino interno que se nos puede presentar en esos días son:

  • Intentar prepararnos emocionalmente a través de lecturas relacionadas con nuestra situación de pérdida y duelo (libros, artículos, revistas).
  • Descansar cuando lo necesitemos.
  • Expresarnos cuando deseemos hacerlo.
  • Tomar las cosas con calma, sin ceder a la presión social y/o familiar que pudiera presentarse, recordando que no estamos obligados a celebrar ningún acontecimiento, si es que así lo decidimos.
  • Sentirnos libres de buscar ayuda, si sentimos que no podemos manejar la presión emocional que nos causa esa “fecha especial”.

Si usted considera que está en condiciones de celebrar y que esto no le afectará negativamente sino que, por el contrario, le traerá paz, hágalo. Puede ser su manera de honrar a su ser querido.  Nadie sabe lo que hay en su corazón y las intenciones que usted pudiera tener.  Tal vez quiera celebrar el día del nacimiento de su ser querido, o su propio cumpleaños, haciendo actividades que tenían por costumbre como, por ejemplo, yendo al restaurante favorito de quien trascendió o haciendo una reunión en casa.

Si no desea celebrar, porque más bien esto le significa una tortura, no lo haga.

En cualquiera de las dos situaciones, observar previamente la manera en que nos sentimos, es muy importante.

Tengamos presente que nuestro duelo y nuestras emociones son reales y válidas, cualquiera que estas sean. 

Costumbres de mi país.

En Ecuador, al igual que en otros países, el Dia de los Difuntos se celebra el 2 de noviembre de cada año. Es una época en la que se viven  tradiciones ancestrales y ritos que son parte de la cultura del país, para honrar con diversas actividades la memoria de los seres queridos que partieron del mundo terrenal.

En algunos pueblos y ciudades,  los fieles velan la noche previa al 2 de noviembre la morada de sus difuntos, decoran sus tumbas y realizan cánticos, ofrendas y rezos.

En las calles aledañas a los campos santos, se observan un sinnúmero de arreglos florales y es habitual ver a familias enteras colocando ofrendas.  En algunos pueblos, tanto en las regiones de la Costa, como de la Sierra y Amazonia, los deudos comparten alimentos y melodías favoritas de los finados.

El plato típico que se prepara por estos días es la “colada morada”, deliciosa bebida hecha con harina morada y frutas, que va acompañada de las “guaguas de pan”, que son hogazas de pan horneadas con forma de persona. 

En cualquier caso, es un tiempo para honrar a nuestros difuntos  con emotividad y diversidad, en medio de tradiciones que seguimos construyendo con el paso del tiempo. 

Bibliografía

Travelec, 2023. ¿Como honramos a los muertos en Ecuador? Obtenido de: https://ecuador.travel/como-honramos-a-los-muertos-en-ecuador/

Turismo.gob.ec (s/f) ESPECIAL II: Día de los Difuntos, un importante significado religioso y espiritual que une a las familias ecuatorianas. Obtenido de: https://www.turismo.gob.ec/especial-dia-de-los-difuntos-un-importante-significado-religioso-y-espiritual-que-une-a-las-familias-ecuatorianas-2/

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