CUANDO LA SOLEDAD LLEGA EN NAVIDAD.

Por: Dra. Karla González Solís
kgonzalez@betalento.com

La época navideña suele estar rodeada de un aura de alegría, compartir, amor y celebración, pero a veces se nos olvida que para muchas personas esta puede ser una época donde la soledad y el dolor les alcanza, ya sea por estar viviendo un momento doloroso vital, por una pérdida significativa o incluso por ser una de esas personas que a nivel mundial viven en soledad, declarada recientemente por la OMS como una situación de interés público en materia de salud mental. 

Es por esto que me sentí motivada a escribir estas líneas, ya que sé que no es menor la población que puede sentir que en estas fecha que falta algo, si es que hemos perdido un empleo por ejemplo; falta alguien, si estamos atravesando un duelo o faltan esas conexiones significativas en su vida y esto les sitúa crudamente frente a un desafío emocional. 

Sobre la Soledad: 

Si bien muchas personas pueden interpretar que estar solos, según su experiencia de vida, es un evento transitorio, debemos diferenciarlo del estado emocional de soledad. 

Cuando experimentamos el estado emocional de soledad, este puede no ser temporal y  tener repercusiones importantes en la salud integral de las personas e, incluso, puede verse intensificado en la época navideña, donde todos somos bombardeados con “cómo se debe vivir esta época”, es decir, con alegría, en compañía y en celebración, siendo esto una realidad no tan cercana para muchos, o no tan deseada si estás viviendo un duelo y hemos optado por aislarnos. 

¿Y por qué resulta tan difícil de sobrellevar? Según estudios como los de los neurocientíficos Cacioppo y Hawkley (2009) [1], la soledad activa regiones cerebrales vinculadas al dolor social, indicando que el cerebro procesa la soledad de manera análoga al dolor físico.

Ahora bien, el dolor, si bien puede ser crudo cual herida real, puede ser atendido y puede ser sanado, renovando nuestra capacidad de experimentar emociones positivas y de conexión con otros, tan necesarias para el bienestar del ser humano, tal cual lo indican Seligman y Csikszentmihalyi, (2000) [2].

Estrategias para sobrellevar el estado emocional de soledad:

  • El primer paso, al igual en que las primeras fases del duelo, es identificar el estado emocional de soledad y cómo está impactando tu vida.
  • Reflexiona sobre la información que este estado emocional te revela, sobre lo que es importante para ti y sobre lo que necesitas para estar mejor. Si logras identificarlo, acciona sobre lo que descubriste. 
  • Si tienes alguna persona significativa en tu vida, acércate, permítete sentir el amor que te es proporcionado, incluso con el mero hecho de ser escuchado/a y te invito a animarte a ser honesto/a y expresar lo que necesitas. Recuerda que lo importante no es la cantidad de contactos sociales que tengas, lo más importante es la calidad. 
  • Busca diferentes tipos de vínculo, incluso las redes bien utilizadas pueden acercarte a comunidades virtuales que te pueden proporcionar apoyo y crear un contacto significativo por medio de una interacción social en la virtualidad o, incluso, participar en actividades de voluntariado en línea, entrando en contacto con otras personas que se sientan como tú y necesiten una voz amiga. Estudios como el de Primack et al. (2017) [3] sugieren que este tipo de contactos pueden apoyar la disminución de la sensación de soledad e investigaciones, como las de Piliavin y Siegl (2007) [4], destacan que el voluntariado está asociado con una mayor satisfacción y bienestar psicológico. Así que, diversas plataformas en línea, podrían ofrecer oportunidades para contribuir desde el hogar, brindando una sensación de propósito y conexión.
  • Igualmente, si es que estás en otro país, lejos de tu familia y amigos, aprovecha y valora la importancia de una videollamada para generar conexión o ser parte de una celebración familiar a distancia. 
  • Ahora bien, si al realizar la reflexión sobre tu soledad decides que aún no quieres buscar contacto con otras personas, también puedes realizar actividades por ti mismo/a que pueden apoyarte, por ejemplo: realizar prácticas de Mindfulness que es una práctica que estudios como los de Tang et al. (2015) [5], señalan que puede desempeñar un papel crucial en la reducción del dolor social asociado con la soledad, esto debido a que la atención plena no solo fomenta el autoconocimiento, sino que también modula la actividad cerebral relacionada con las emociones negativas, ofreciendo un enfoque efectivo para gestionar la soledad, esto igual que el ejercicio físico (Mammen, G., & Faulkner, G, 2013. [6])  y el realizar diversas acciones de atención personal y autocuidado, como hacer algo especial por ti mismo/a en estas épocas. 
  • Por supuesto, considera que si  sientes que la sensación de soledad te supera, puedes buscar ayuda profesional por medio de líneas de apoyo en tu país o inclusive, pedir una consulta con un/a psicólogo/a para ser apoyado/a en este momento de malestar emocional. 

Y qué pasa si mi soledad deviene de una pérdida significativa o un duelo. 

Si esta época navideña te encuentra afrontando una pérdida significativa o un duelo, por supuesto que el dolor será tu acompañante en estos días, así como la sensación de pérdida y de vacío, todo ello complicado por decoraciones, expresiones, personas y compromisos que quieren llevarte en una dirección que quizá no quieras y tu primer impulso es apartarte, aislarte, ya que la certeza de vivir Navidad sin lo que ya no está o la persona que ya no está, es agobiante. 

Al respecto, ¿qué podemos hacer para empezar nuestro duelo en Navidad? 

  • Al igual que el Dr. Hugo Castelblanco, creador de Las 15 Tareas del Duelo,  te invito a empezar a experimentar el primer nivel del duelo que él llama Sentir y a vivir la primera tarea de esta fase, que denomina Expresar. Es decir, lo primero que puedes hacer con valentía, es expresar lo que estás pensando y sintiendo en total libertad y expresar lo que realmente necesitas para vivir este momento, sin elaborar mucho y empezar así a batirnos en duelo con el dolor, imagen valiosísima para nuestro proceso (Castelblanco y Castelblanco, 2021) [7]. 
  • Y a partir de allí, independientemente de lo que elijas hacer, mi recomendación es que también abraces otra tarea del duelo a la que nos invita el Dr. Hugo Castelblanco y es Amar, que implica dejarse cuidar por otros, por supuesto, eligiendo en libertad tiempos y momentos, pero entendiendo que permitir que otros nos amen, también nos coloca en la ruta de sanar la pérdida que estamos viviendo. Amando y llorando con esperanza, empezamos a sanar el dolor por aquello que nos falta o a quien nos falta, porque sí, se vale también llorar en Navidad (Castelblanco y Castelblanco, 2021) [7]. 

Estas dos acciones, pueden dar inicio a la vivencia de tu proceso de duelo, el cual, si lo deseas, puedes vivir desde Las 15 Tareas del Duelo, una metodología amorosa y efectiva de la que puedes aprender mucho más, por medio de las fuentes de información que encontrarás en esta misma revista. 

Referencias:

[1] Cacioppo, J. T., & Hawkley, L. C. (2009). Perceived social isolation and cognition. Trends in Cognitive Sciences, 13(10), 447-454.

[2] Seligman, M. E., & Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive psychology: An introduction. American Psychologist, 55(1), 5-14.

[3] Primack, B. A., Shensa, A., Sidani, J. E., Whaite, E. O., Lin, L. Y., Colditz, J. B., … & Colditz, J. B. (2017). Social media use and perceived social isolation among young adults in the U.S. American Journal of Preventive Medicine, 53(1), 1-8.

[4] Piliavin, J. A., & Siegl, E. (2007). Health benefits of volunteering in the Wisconsin longitudinal study. Journal of Health and Social Behavior, 48(4), 450-464.

[5] Tang, Y. Y., Tang, R., & Posner, M. I. (2015). Mindfulness meditation improves emotion regulation and reduces drug abuse. Drug and Alcohol Dependence, 163, S13-S18.

[6] Mammen, G., & Faulkner, G. (2013). Physical activity and the prevention of depression: A systematic review of prospective studies. American Journal of Preventive Medicine, 45(5), 649-657.

[7] Castelblanco, H y Castelblanco, J. (2021). Guía de Protocolos de Atención: 15 Tareas del Duelo. Publicación independiente. 

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