LA NAVIDAD EN FAMILIA COMO RED DE APOYO PARA EL DUELISTA

Por: Lina Domínguez
Psicóloga, Coach Ontológica y acompañamiento en duelo y grupos de apoyo.
https://linadominguez.com/

Hemos aprendido a celebrar la Navidad de acuerdo con el significado y las costumbres que nos enseñaron las personas con quienes crecimos, los hábitos de la región de donde somos y la influencia de los medios y comerciantes, que bombardean constantemente nuestros sentidos con mensajes de lo que nos ofrecen y que tocan nuestra fibra de nostalgia y se conectan con los recuerdos guardados en nuestra memoria. 

Hoy te presento una propuesta diferente, que como duelista o red de apoyo puede ayudarte.

En primera instancia, cada persona en Navidad sentirá emociones diferentes y, gústenos o no, este tiempo va a llegar. Entonces, ¿por qué no prepararnos de una forma adecuada, regalándonos bienestar, plenitud y estabilidad emocional y mental? 

Recordemos que el duelista es quien sabe en su corazón cómo se encuentra, qué necesita, qué quiere hacer o no y cómo quisiera pasar esta Navidad.  Este primer punto es álgido para la red de apoyo, porque se necesitará de mucha escucha activa hacia el duelista y negociar con sus seres queridos que solo buscan verle bien.  

Si tú eres duelista y estás leyendo este mensaje, lo que no se negocia es que pases aislado(a) y solo(a) en estas fechas, cuando hay tanto amor a tu alrededor. 

Hablemos de la famosa negociación que tú como duelista, debes hacer con tu red de apoyo, para cumplir los siguientes pasos que tienen que estar bien claros:

  1. Define el lugar y las actividades que quieres realizar en esta Navidad, para que te traiga paz y serenidad.
  2. Comunícaselo a tu red de apoyo y pídele lo que necesitas para estar mejor. 
  3. Concede espacio para escuchar a tu red de apoyo y sé receptivo(a) a las ideas que pueden proponerte. 
  4. Escucha, desde tu corazón, si lo que te propone tu red de apoyo te interesa y te invita a estar mejor, o si por el contrario no te ayuda a tu bienestar.
  5. Decide con amor y comunica a tu red de apoyo lo que vas a hacer y lo que evitarás realizar.
  6. La coordinación de acciones entre el duelista y la red de apoyo es fundamental para que beneficie a ambos.

Muchos tendrán la fortuna de contar con una familia como su red de apoyo y para otros, sus amigos serán su familia.  Recuerda que no estamos solos(as). Podemos alzar nuestra mirada y buscar quiénes de las personas a nuestro alrededor, pueden ser mi red de apoyo en este momento.

Este es un paso, una decisión para conectarte con otros, para dejarse acompañar en tiempos en los que normalmente somos más emotivos, para dejar fluir lo que sientes, decidir y pedir lo que necesitas de otros (de tu red de apoyo). Créeme, que cuando tu red de apoyo sabe esto, no irá a ciegas, creyendo que lo que cada persona propone te va a ayudar. El camino inicia porque tú mismo(a) lo reconoces y lo expresas. 

Ahora pasemos a un tema muy importante: EL ESCUCHAR. Cuando lo hacemos debidamente, respetamos lo que nos piden que hagamos y nos ayuda a evitar hacer todo lo contrario. En algunas ocasiones, hacemos cosas no pedidas con la mejor intención, sin embargo, no es lo que el duelista necesita en este momento. Si insistes en sorprenderlo, mi recomendación es que valides primero con él(ella) lo que harás, para que el sorprendido no seas tú, si no es bien recibida tu acción.

La época navideña nos recoge, nos conecta, nos reunimos para saber uno del otro y en familias grandes, como la mía, se necesitan muchas conversaciones para coordinar las actividades a realizar.

Mi propuesta para el duelista es que pueda ver la Navidad como un espacio para recargarse y que el canal sean las conversaciones con su red de apoyo, que permitan abrirse y mostrarse tal como es y como está emocionalmente. Que si hay un momento de quiebre, lo abracen, no lo eviten, no lo nieguen, no lo oculten.

Propongo para la red de apoyo, que se conecte desde el amor, dejen tocarse por la vulnerabilidad del duelista, den amor, tengan paciencia, acepten y saquen toda la compasión que sientan en su corazón, para saber acompañar a la persona que está pasando por un duelo. 

El llamado que le hago al duelista y a su red de apoyo, es a regalar su presencia, darse abrazos, tener contacto físico, dar gracias, decirse lo que hace rato no se dicen de forma amorosa y buscar entre todos ser mejores personas, dando lo mejor de cada uno(a). 

Como dice Rafael Echeverría, sociólogo y doctor en filosofía, autor del libro Ontología del Lenguaje: “En el mundo de hoy no es posible vivir en la completa autosuficiencia. Somos dependientes los unos de los otros. Tenemos que aprender, por lo tanto, a colaborar con otros, a apoyarnos mutuamente, a coordinar acciones juntos”. 

La Navidad, más allá de rituales, costumbres, regalos y adornos, es un momento de familia y de unirnos por festejar el regalo de estar vivos y celebrarlo con el corazón.

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