LA RABIA, LA EMOCIÓN QUE TIENE MALA PRENSA

Por: Lina Domínguez
Psicóloga, Coach Ontológica y acompañamiento en duelo y grupos de apoyo.
https://linadominguez.com/

Quiero iniciar explicando el rol que tiene la emoción de la rabia en nuestra vida. ¿Si ha existido la rabia durante tantos años de evolución del hombre, es porque seguramente la necesitamos, tiene un propósito y es saludable? Por ello, acompáñenme a entenderla mejor. La rabia es una emoción primaria que, junto con la tristeza, miedo, alegría, asco y sorpresa, enriquecen nuestro mundo emocional. 

Si hablara de características de la personalidad, podría decir que, en su lado luminoso, nos provee de fuerza, es protectora y cuidadora ante una situación o persona, defiende nuestra dignidad ante un ataque o a algo injusto, nos permite establecer límites, obtener logros y asumir retos.

Por otro lado, en su lado sombrío, podemos decir que, cuando es muy intensa, ataca, agrede y puede ser explosiva. Puede romper, dañar o lanzar, dejar secuelas en las relaciones interpersonales y procesos, afectar nuestra salud física y mental y cortar la comunicación con otros.  

La rabia se moviliza de dos maneras: hacia el exterior, cuando va hacia otras personas o situaciones, o hacia nuestro interior, cuando va hacia nosotros mismos. 

Culturalmente no es muy bien vista y se le da una mala prensa. Sin embargo, es natural, todos la hemos sentido en algún momento de nuestra vida y es necesario expresarla y gestionarla de forma saludable. 

No sé si les ha pasado alguna vez que, cuando la estás expresando, de inmediato aparecen frases como: Cálmese, le va a dar algo; no seas dramático/a; deja de actuar como un/a niño/a; deja el berrinche; no sé por qué te molestas tanto por algo tan insignificante; no tienes razón para estar tan enfadado/a; no es para tanto, etc. 

La buena prensa que quiero hacerle a la rabia, es que necesitamos aprender a expresarla y gestionarla de forma saludable. Cuando no la expresamos, la ocultamos, la negamos, la aguantamos o callamos, se reprime y hace que implosione, ocasionándonos un daño a nosotros mismos.  Necesitamos visibilizar nuestras emociones y recordar el derecho y necesidad que tenemos de que sean comprendidas por los demás.  Tema ampliamente tratado en la Tarea 1 de la metodología de LAS 15 TAREAS DEL DUELO: EXPRESAR. Nivel Sentir.

Esta mala prensa contra la rabia, ha hecho que carezcamos de herramientas que nos permitan acompañar a una persona en duelo, para que exprese su emoción de rabia, porque inclusive nos asusta ver a otra persona así.  

Algunas acciones  a tomar para  acompañar a quien esté con la emoción de rabia:

Comprendo que estés enojado/a. Aquí estoy para escucharte.

No estás solo/a. Vamos a encontrar una solución juntos/as.

Tomémonos un momento para pensar las cosas con calma.

Comprendo lo difícil que es para ti. Te invito a que podamos resolverlo de manera tranquila.

Te escucho ¿Puedes decirme lo que te está enojando?

Sé que te sientes frustrado/a. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte o hacerte sentir mejor?

Tráele un vaso de agua.

Habla en voz más baja y pausada.

Ofrece tu ayuda sincera y escúchalo(a) para que descargue lo que siente.

Haz silencio cuando la persona habla y no la interrumpas.

Para concluir la rabia, no es como la pintan. Puede ser un lugar de aprendizaje y crecimiento emocional, cuando se vive de manera saludable y constructiva. Puede mover energía para el cambio y para adaptarse a una nueva realidad. Puede impulsarnos a tomar medidas para enfrentar las circunstancias difíciles y abordar las injusticias que sintamos se asocien a nuestra pérdida, nos ayuda a poner límites a otras personas y a reenfocarnos en nuestras propias necesidades.

Ahora, cuidemos que la expresión de rabia sea saludable, cuidando su intensidad, su duración y su frecuencia. Evitando poner en riesgo tu vida y la de los demás, que se salga de control y sea destructiva y agresiva, o se acumule por días, semanas y meses.

Podemos expresar la rabia de forma saludable, sin llegar a la agresión.

Descubrir y reconocer qué nos dispara la rabia y cómo la solemos manejar, es un buen principio. Expresar nuestra rabia y drenar lo que sentimos, nos ayuda a entender el mensaje nos está queriendo dar y cuáles son esos pensamientos que la acompañan. Explórala y permítete llegar de nuevo al estado natural de la calma y el equilibrio de nuevo.

No sigamos estigmatizando la rabia: aprendamos de ella y la importancia que tiene para ser catalogada como una emoción primaria.