¿INTEGRAR EL DUELO?

Por: Psico. Milena Casas

ps.casascastromilena@gmail.com

Como profesional de la salud, siento la responsabilidad de estar siempre al corriente de las “tendencias” que existen actualmente en el tema de salud mental y emocional y hablo de tendencias, porque los medios más usados en este momento para tratar estos temas son las redes sociales y otros medios de comunicación masiva. Considero que poder tener esta información al alcance, de cierta manera familiariza a las personas con conceptos que son importantes y que nunca antes se han tratado en lo que respecta a la salud emocional o mental, pero, así mismo, hay ocasiones en las que temas tan relevantes se simplifican, minimizan y banalizan, al punto de que, en algunos momentos, se puede llegar a dar un mensaje erróneo, o llevar a que las personas realicen una interpretación del concepto o del mensaje que se dé, que termine siendo contraria a lo que se quiere decir, o realmente signifiquen los conceptos que a través de estos medios se tratan.

Actualmente he visto que cuando se habla del duelo, se ha hecho tendencia un concepto que es “integrar el duelo”.  Escucho con frecuencia a algunas personas que hablan de la salud mental decir: “el duelo no se supera, se integra” y también me encontro con algunos duelistas que han llegado a mí con esta frase y que con esto, han interpretado que no superar el duelo sino integrarlo, es acostumbrarse a vivir con el dolor. Esto, como profesional de la salud emocional que acompaña a personas en duelo, me genera una gran preocupación, porque a veces pareciera que las personas encuentran frases, dichos, costumbres, etc, que las perpetúan como dolientes, en vez de invitarlas a ser duelistas.

Desde nuestra perspectiva, no vemos al duelo como algo a lo que uno debe acostumbrarse y ya lo hemos mencionado muchas veces en nuestros escritos y programas. Entonces, quiero escribirles acerca de qué es lo que, para nosotros, desde Las 15 Tareas del Duelo (15TDD), significa esto de integrar la experiencia del duelo.

Integrar el duelo: Más allá de superarlo

Desde “Las 15 Tareas del Duelo», un marco conceptual desarrollado para comprender y acompañar el proceso de duelo, se enfatiza la idea de la trascendencia. Trascender el duelo no implica dejar atrás o eliminar el dolor, sino, más bien, incorporarlo como parte de nuestra experiencia vital, de una manera significativa y transformadora. Este proceso implica tomar decisiones conscientes y transitar un camino que nos lleve a integrar el duelo en nuestra vida, de una manera constructiva.

Es interesante explorar el significado del verbo «integrar» en este contexto. Integrar implica constituir un todo, completar lo que falta y hacer que alguien o algo pase a formar parte de ese todo. En el contexto del duelo, integrar implica, no solo aceptar la realidad de la pérdida, sino también incorporarla como parte de nuestra identidad y experiencia de vida, encontrando un lugar para ella en nuestra existencia, dándole un significado más profundo y significativo. Esto no representa negar el dolor o pretender que la pérdida no ha ocurrido sino, más bien, encontrar un lugar para ella en nuestro ser y en nuestra historia, cambiando la experiencia del dolor y el sufrimiento, en algo que nos permite crecer y aprender.

Integrar el duelo, es enfrentarnos a una serie de decisiones y acciones que nos permiten crecer y transformarnos a partir de la experiencia de la pérdida. Esto puede incluir buscar apoyo emocional, permitir normalizar y gestionar los sentimientos de dolor y tristeza y encontrar formas significativas de recordar al ser querido. En este proceso, que no es ni lineal, ni fácil, no estamos intentando olvidar o dejar atrás el dolor, sino más bien encontrar una manera de vivirlo, comprenderlo, aceptarlo como parte natural y transformarlo de manera que nos permita crecer y encontrar nuevas formas de vivir con un sentido renovado; pero para esto hay que comprender que el proceso de duelo es un viaje emocional y espiritual que requiere tiempo, disciplina, deseos de transformación, paciencia y compasión hacia uno mismo.

Es importante enfatizar que integrar el duelo no significa negar o minimizar el dolor que experimentamos, tampoco se trata de olvidar o dejar de amar a nuestro ser querido, ni mucho menos tener que vivir con el dolor como si fuera una condena. Más bien, se trata de encontrar un equilibrio entre honrar nuestra pérdida y encontrar un nuevo orden y sentido a nuestro proyecto de vida, de tal manera que podamos permitirnos seguir adelante en la vida. Al hacerlo, podemos descubrir que el dolor de la pérdida se transforma en una fuente de fuerza, sabiduría y amor que nos acompaña en nuestro viaje.

Superar el dolor, integrar los aprendizajes obtenidos a través de la pérdida y trascender el duelo no es algo malo o prohibido, sino más bien un testimonio de nuestra capacidad para sanar y encontrar esperanza, incluso en los momentos más oscuros de la vida. En este sentido, integrar el duelo es un acto de amor propio y de resiliencia que nos permite seguir adelante con nuestras vidas con gratitud y plenitud.