Desde el corazón de la Chata. SEÑALES DE QUE ELLOS ESTÁN PRESENTES

Por: Beatriz López
Chatalopez2@hotmail.com

Pensar y sentir la presencia de ellos, nuestros seres queridos que han muerto, o mejor que ahora VIVEN (así con mayúsculas), es lo que me llena de tranquilidad y esperanza. Desde el inicio de mi duelo, le pregunté a Hugo Alejandro: ¿Qué te hiciste?…, lo busqué en las nubes, en las flores, en el viento, en mis sueños, con el anhelo de encontrar una respuesta a mi dolor y saber que no lo había perdido para siempre. 

Entendía que ya no lo encontraría con esa figura hermosa que solía tener cuando llegaba a casa. Ahora tenía que   comenzar a imaginarlo nuevamente, como cuando estaba en mi vientre. En ese momento veía unos inmensos ojos verdes, una piel morena como la de su padre y un ser maravilloso, como realmente lo fue. Pero ahora, después de este parto doloroso, debía encontrar su esencia y la vida me obligó a ver a ese hijo amado como realmente es, para amarlo incondicionalmente sin que me importe tener que sacrificar mis sentidos del tacto, del olfato del oído y la vista para percibirlo de una manera plena y diferente.  

Nunca había   tenido que buscar dentro de mí el poder para verlo de otra forma y el dolor me obligó a reflexionar: “No es posible que un ser hecho a imagen y semejanza de Dios, como nos enseñan nuestras creencias, se haya disuelto en la nada”

Con el tiempo y mi trabajo de duelo, poco a poco he logrado comprender que ahora mi conciencia se comunica con su alma, suelo consultarle todo, ya no necesito verlo o tocarlo para saber que está presente. Ya no requiero escuchar su canto, ya no reclamo su presencia. 

Sin estar buscándolo, aparece de pronto su respuesta y, para eso, hemos aprendido a apreciar con amor y sin obsesión, la presencia de un pechirrojo que, eventualmente, nos visita en ciertos momentos de nuestras vidas. No lo interpretamos como la “manifestación” o la “reencarnación” de nuestro hijo en el cuerpo de un pájaro, sino como un regalo de la naturaleza que hace que cada vez que lo vemos, traiga a la memoria a nuestro Hugo Alejandro y nos genere momentos  de gratitud, paz y una gran felicidad.

Los colores del pechirrojo eran los de mi hijo. Su cuarto estaba decorado con esos colores y   se me antoja pensar que, si él quisiera darnos un mensaje de que aún sigue vinculado con lazos de amor a nuestras vidas, no podría haber escogido otro símbolo mejor para manifestarlo. Su libertad, sus colores, su presencia delicada y respetuosa que nos sirve de guía y nos alegra el corazón, son vivencias siempre bellas y siempre inesperadas que han hecho que yo crea firmemente que  Hugo Alejandro continúa presente en nuestro hogar y que hacen que me sienta privilegiada por tenerlo muy cerca de mí. 

Vivo estos momentos con madurez y serenidad y así continuaré hasta que mi muchacho me ayude a pasar ese umbral, donde finalmente se fundirán nuestras almas.

Con mucho amor

La Chatita

3 comentarios en “Desde el corazón de la Chata. SEÑALES DE QUE ELLOS ESTÁN PRESENTES”

  1. Lamento no coincidir en ese aspecto el que trascendió ya descansa en paz y en paz debemos dejarlo. Él reclamar su presencia y querer sentirlo, es no dejarlos descansar en paz y nosotros no encontramos paz. Los familiares que quedan a nuestro entorno son los que nos ayudan a seguir viviendo a los que tenemos que pedirle apoyo y a los que debemos escuchar sus consejos. Es la forma de aceptar que el fallecido ya no está.

    1. Las 15 Tareas del Duelo

      Estimada Rosie, muchas gracias por tu reflexión frente al artículo escrito por la Chata. Respetamos tu postura que esta arraizada en tu manera de sentir y reflexionar frente a tus creencias y tu espiritualidad. Como hemos insistido cada vez que exponemos alguna reflexión sobre el duelo, este es un proceso íntimo y personal que parte de la mirada que cada persona tiene sobre el mundo. Y es desde ahí donde cada uno construye caminos que le den sentido y profundidad a su existencia. Tu postura es clara, así como la de la Chata, las dos respetables y las dos útiles en la medida que logren brindar paz y serenidad en un camino que es emotivo e intenso. Desde nuestra experiencia de duelo, te puedo decir que nos genera paz, el sentir la presencia de hermano en nuestras vidas. Nos da un sentido de trascendencia profundo y significativo y nos regocija el saber que los lazos de amor que construimos en esto que llamamos vida, continúan en lo que consideramos VIDA (CON MAYÚSCULAS). De nuevo gracias por tu comentario que enriquece las reflexiones frente a este tema.

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