Normalizando las Emociones para una Gestión Efectiva: Evitando la Queja y la Victimización

Por: Psico. Milena Casas
ps.casascastromilena@gmail.com

En el complejo mundo de la psicología clínica, una de las áreas que más atención ha capturado en las últimas décadas es la gestión emocional. Es común que hoy en día escuchemos, a través de diversos medios y personas, hablar de lo importante que es expresar lo que sentimos y gestionar nuestras emociones. Y cuando hablamos de un proceso de duelo, pues no es la excepción que toquemos el tema de la expresión y la gestión emocional. Pero, así como se ha normalizado hablar de este tema, lo cual es bastante positivo, también me he dado cuenta que la interpretación que podemos darle a esto de expresar nuestras emociones, puede llegar a tener un impacto negativo, sobre todo, porque se confunde o tergiversa el significado de estos términos. 

Definitivamente, el expresar y manejar las emociones, juega un papel crucial en el bienestar general de las personas, porque al validar, reconocer y normalizar estas, se puede fortalecer el autoconocimiento, la autoestima, se mejora la calidad de las relaciones interpersonales y los vínculos, lo que resulta bastante importante al momento de transitar cualquier proceso emocional. Ahora, ¿Qué es lo que puede estar ocurriendo frente a la normalización de la expresión emocional? Algunas interpretaciones que se están teniendo frente a este tema, es creer que la expresión emocional es decir lo que sentimos, pero sin hacer conciencia plena de ello; o sea, sin escucharnos, sin reflexionar y sin buscar cambios. Esto, lejos de llevarnos a la gestión emocional, nos acerca más a la queja crónica y la mentalidad de víctima, porque no nos permitimos la acción. Entonces, para tener claridad de estos términos tan usados últimamente, es necesario reconocer que la expresión emocional es la capacidad para expresarnos de manera saludable, responsable y respetuosa, buscando espacios y personas que nos permitan esta expresión y que, como consecuencia, nos lleve a gestionar, a tomar decisiones respecto a eso que sentimos.

Para ahondar un poco más en lo que es la expresión y la gestión emocional, te dejo algunos puntos clave:

La Importancia de Normalizar las Emociones

Normalizar las emociones significa reconocer que todas las emociones son parte integral de la experiencia humana. No hay emociones «buenas» o «malas»; todas tienen un propósito y ofrecen valiosa información sobre nuestras necesidades, deseos y límites. Esta perspectiva nos permite abordar nuestras experiencias emocionales sin juicio, facilitando un espacio seguro para la expresión y la comprensión.

La normalización de las emociones desempeña un papel vital en la salud mental, ya que fomenta la aceptación de uno mismo y reduce el estigma asociado a ciertas experiencias emocionales, especialmente aquellas etiquetadas tradicionalmente como negativas, como la tristeza, la ira o el miedo. Al entender que estas emociones son respuestas naturales a nuestras circunstancias, podemos abordarlas de manera constructiva, en lugar de reprimirlas o avergonzarnos de ellas.

Gestionando Emociones a Través de Decisiones Conscientes

La gestión emocional efectiva requiere más que simplemente reconocer, expresar y aceptar nuestras emociones; implica tomar decisiones conscientes sobre cómo responderemos a estas emociones. Aquí es donde muchos caen en la trampa de la queja y la victimización, patrones que, aunque pueden ofrecer un alivio temporal, a largo plazo erosionan nuestra autonomía y agotan nuestra resiliencia.

En lugar de permitir que la queja perpetúe un ciclo de negatividad y pasividad, podemos optar por estrategias más saludables y proactivas. Esto puede incluir, buscar soluciones prácticas a los problemas que enfrentamos, buscar apoyo emocional de manera constructiva o practicar la aceptación cuando las circunstancias están fuera de nuestro control. Estas decisiones no solo nos ayudan a manejar nuestras emociones de manera más efectiva, sino que también fortalecen nuestra capacidad para enfrentar desafíos futuros.

Evitando la Queja y la Victimización

La queja crónica y la mentalidad de víctima surgen cuando nos centramos exclusivamente en los aspectos negativos de nuestra situación, a menudo, sintiéndonos impotentes para cambiarla. Aunque expresar nuestras frustraciones es una parte natural y necesaria de la gestión emocional, quedarnos atrapados en este estado puede impedirnos ver las oportunidades de crecimiento y cambio.

Para evitar caer en este ciclo, es esencial practicar la autocompasión y la autoevaluación. La autocompasión nos permite abordar nuestras dificultades con amabilidad y comprensión, mientras que la autoevaluación nos ayuda a identificar patrones de pensamiento y comportamiento que pueden estar contribuyendo a nuestra situación. Juntos, estos enfoques nos empoderan para tomar medidas constructivas y responsabilizarnos de nuestra felicidad y bienestar.

Conclusión

Normalizar las emociones y gestionarlas a través de decisiones conscientes, son habilidades cruciales para el desarrollo personal y la salud mental. Al abordar nuestras emociones sin juicio y elegir respuestas constructivas ante ellas, podemos evitar la trampa de la queja y la mentalidad de víctima, abriendo el camino hacia una vida más plena y satisfactoria. Practicar la normalización de las emociones y la autogestión emocional, es algo necesario e importante en la vida, recordando siempre que la capacidad de cambiar nuestras vidas reside dentro de nosotros.

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