Por: Lina Domínguez
Psicologa, Coach Ontológica y acompañamiento en duelo y grupos de apoyo.
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Podemos hablar, en términos generales, que culturalmente no se nos prepara para pedir ayuda psicológica en momentos desafiantes en nuestra vida. Por ello, muchas veces como profesional veo a diario el estigma social asociado a la búsqueda de apoyo psicológico. Hablando específicamente en el contexto del duelo, muchas personas sienten que deben lidiar con su dolor en soledad, sin buscar el soporte requerido, porque creen que requerir ayuda significa vergüenza, ser discriminado(a), que se piense que no se es capaz, que se es débil, que le quedó grande o que se está perdiendo la cordura. Así se minimiza la importancia del acompañamiento profesional en duelo, que puede aliviar la carga emocional para aprender herramientas, gestionar las emociones, trabajarlo de forma saludable y facilitar el proceso de sanación.
Mi invitación y llamado es a cambiar esta narrativa y reconocer que, cuidar de nuestra salud mental, es fundamental para nuestro bienestar integral y que, como seres humanos, solos no podemos con todo y cuando lo requiramos, pidamos ayuda sin que esto nos ponga en el centro de juicios, críticas y estigmas.
Si bien es cierto que la naturaleza del duelo es una respuesta natural y humana a una pérdida significativa y que no es una enfermedad, puede, en algunas ocasiones, ser un proceso complejo e involucrar una amplia gama de emociones que no se sepan gestionar, lo cual dificulta el trabajo a realizar.
Muchos de estos estigmas se basan en creencias limitantes en torno a la búsqueda de apoyo psicológico, tales como:
La Percepción de Debilidad: Muchas personas creen que buscar ayuda es un signo de debilidad o fracaso personal. Sin embargo, reconocer la necesidad de apoyo es un acto de valentía y un paso crucial hacia la sanación.
El Miedo al Juicio: Temor a ser juzgados(as) o rechazados(as) por amigos, familiares o colegas. Este miedo puede disuadir a las personas de buscar el apoyo necesario para su bienestar emocional, porque percibe que no lo(a) entenderían.
La Creencia en la Autosuficiencia: La idea de que uno debe ser capaz de manejar todo por sí mismo es profundamente arraigada. No obstante, aceptar que todos necesitamos apoyo en ciertos momentos, es esencial para una salud mental equilibrada.
Para cambiar esta narrativa, debemos promover y normalizar la búsqueda y comprensión más amplia y compasiva del duelo y la salud mental.
Propongo algunos desafíos para desestigmatizar la búsqueda de apoyo psicológico:
Educación y Concienciación: Es fundamental que hablemos de la muerte y de cómo afrontamos las pérdidas significativas que tengamos que nos conectan con el origen del duelo y cuando se requiera, la importancia del apoyo psicológico. Hablar abiertamente sobre nuestras experiencias, puede aportar a normalizar la búsqueda de ayuda.
Historias Personales: Compartir historias y dar testimonio de aquellos que han buscado ayuda profesional y han encontrado consuelo y bienestar en el duelo, puede inspirar a otros a hacer lo mismo. Normalizar el proceso de un acompañamiento psicológico, puede reducir el miedo y aterrizar a la realidad por alguien que ya vivió la experiencia y puede generar confianza en su aplicación.
Redes de Apoyo: Fomentar la creación y fortalecimiento de redes de apoyo que proporcionen un espacio seguro, en donde las personas puedan compartir sus experiencias en un ambiente confiable y se sientan escuchadas.
Autocuidado: Cuidarnos a nosotros(as) mismos(as), es el primer paso hacia el bienestar integral. Esto incluye reconocer nuestras necesidades emocionales y buscar el apoyo adecuado cuando lo necesitemos. La única persona que sabe realmente por lo que está pasando y lo que está sintiendo, es cada uno(a). El pedir ayuda viene de allí.
Oportunidad en la atención: Toma la decisión de buscar acompañamiento oportuno y hazte cargo de esta decisión que nadie puede tomar por ti. No la sigas aplazando.
Es fundamental romper el estigma en torno a la búsqueda de apoyo psicológico, no solo en el contexto del duelo, sino ante cualquier malestar emocional. Cuidar de nuestra salud mental no es un signo de debilidad, sino un acto de amor propio. Al reconocer, aceptar y buscar el apoyo que necesitamos, no sólo fortalecemos nuestra capacidad para enfrentar el dolor, sino que también contribuimos a una sociedad más compasiva, empática y comprensiva.
Recuerda, no estás solo(a).
