DECISIÓN DEL MES: El cuarto de san alejo de mis emociones.

Por: Psico. Milena Casas
@psicologa_milena.casas (Instagram – Youtube)
ps.casascastromilena@gmail.com

Todos acumulamos objetos a lo largo de nuestra vida: ropa, electrodomésticos, libros, herramientas, entre otros. Muchas veces son cosas que ya no necesitamos y que, sin saber por qué, seguimos guardando. Tal vez creemos que algún día las utilizaremos, nos traen bonitos recuerdos o simplemente no somos capaces de deshacernos de ellas.

Lo mismo sucede con nuestros pensamientos y creencias. Con el tiempo, algunos pierden valor o propósito, pero los dejamos allí, ocupando espacio. Cuando estos pensamientos y emociones permanecen en nuestro “almacén mental”, pueden bloquear nuestro proceso de duelo. Por eso, te invito a reflexionar sobre las creencias y pensamientos que tienes actualmente y que podrían estar afectando tu tránsito en esta experiencia. A continuación, encontrarás algunas preguntas y ejercicios diseñados para ayudarte a identificar lo que realmente deseas conservar y lo que sería útil soltar para avanzar hacia el bienestar.

Cuestionario de Autodescubrimiento

Para identificar las creencias y pensamientos que podrían estar limitándote, responde las siguientes preguntas:

  • ¿Qué creencias, ideas o pensamientos hacen que el duelo sea más difícil de sobrellevar?
  • ¿Son pensamientos propios o te los ha transmitido alguien más (padres, pareja, sociedad)?
  • ¿Cuáles de estos pensamientos o creencias te pesan más y sería beneficioso liberar?

Ahora, busca un espacio en tu casa, como un cajón, un armario o una bodega, donde guardas cosas que ya no usas o que ocupan espacio sin necesidad. Si lo deseas, también puedes realizar este ejercicio con pertenencias de tu ser fallecido, aquellas con las que sientes que ha llegado el momento de hacer cambios.

Revisa lo que hay en ese espacio e identifica los objetos que no has utilizado en los últimos seis meses. Observa cómo estos pueden reflejar un apego innecesario, más que una necesidad actual.

A medida que examines cada objeto, realiza el siguiente etiquetado:

  1. Cosas para soltar:
    Identifica los objetos que definitivamente no usas y que deseas regalar o desechar. Estos pueden simbolizar pensamientos o creencias que obstaculizan tu proceso de duelo. Por ejemplo, un libro sin leer, podría representar la creencia de “debo ser fuerte”, o una prenda vieja podría simbolizar “siempre debo conservar todo lo que me recuerde a él/ella”.
    Si decides que una creencia o pensamiento ya no te aporta, considera dejar ir ese objeto. Al hacerlo, visualiza el acto de soltar esa creencia de forma respetuosa y amable.
  2. Objetos para resignificar:
    Si encuentras pensamientos o creencias que deseas conservar, pero necesitas resignificar, identifica objetos a los que puedas darles un nuevo uso. Por ejemplo, si el pensamiento “necesito estar solo/a para sanar” ya no te ayuda, podrías resignificarlo como “busco compañía cuando siento que la necesito”. Etiqueta los objetos que quieras conservar con estos nuevos significados y dales un uso renovado, al igual que a tus pensamientos.

Este proceso puede repetirse varias veces, para que sea verdaderamente transformador. Observa cómo los espacios que liberas en tu entorno reflejan un cambio interno y crean lugar para nuevos pensamientos, ideas y oportunidades que contribuyan a tu crecimiento personal y sanación.

Recuerda que, aligerar tu carga mental y emocional, también se refleja en el orden y la paz de tus espacios físicos. Con el tiempo, mientras avanzas en tu proceso de duelo, notarás que el desapego y la reorganización te llevan hacia una mente más tranquila y abierta, a pensamientos y emociones renovadoras.

Permítete soltar, resignificar y crear espacio para la paz que tanto mereces.

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