LOS DUELOS EN ADULTOS MAYORES Y LAS FECHAS ESPECIALES.

Por: Lic. María del Rosario Ortega Ortega
Lic. En trabajo Social, con especialidad en Socio Terapia Sistémica
Tanatóloga – Certificada en la Metodología de las 15 Tareas del Duelo
@rosario.tanatologa(Facebook)
@rosarioo_oortega(Instagram)

La vida está llena de múltiples pérdidas, a veces incontables y otras desapercibidas como tales, otras más significativas y relevantes, causando mucho dolor difícil de procesar y mucho menos llegar a una sanación saludable. Entre ellas, puede haber pérdidas materiales, cambios de escuelas, residencias, separaciones, divorcios y muertes. 

Los adultos, los padres o cuidadores de los niños, minimizan sus pérdidas y les parecen simples e insignificantes, desconociendo por completo cuánto llega y alcanza a afectarles 

Es curioso que, cuando se llega a la etapa de adulto mayor, se empieza a presentar y experimentar una cierta melancolía con recuerdos muy parecido a ver su autobiografía en una película transcurriendo toda su vida, y es ahí donde entran las crisis de aparentes depresiones. Es una constante de médicos y familiares la expresión de: “Porque ya está viejo, es normal que se deprima”.

Les comento que tuve la oportunidad de colaborar como voluntaria en una Casa Hogar para Adultos Mayores y la percepción al verlos era siempre de tristeza, hablan de sus pérdidas de hijos, esposos o familiares muy cercanos. Se muestran muy sensibles al llanto, contenido a veces o incontrolable en otras, descargando su pena, aún con tanto dolor, que nunca supieron cómo poder llegar a una aceptación, impedido a algunos por sus creencias o por ser hombres la mayoría; mujeres que tenían que acatar un luto estricto, solo cumpliendo con ritos religiosos, vestimenta color negro y, al avanzar este proceso, ya podían vestir blusa blanca, no se permitía la convivencia, nada de música ni TV. 

Este sistema tenía una duración mínima de 3 meses, tiempo crucial para el inicio del proceso del duelo por su tan importante Fase de Expresar y de Sentir. Es ahora entonces en la etapa de la Adultez cuando aflora el cúmulo de pérdidas a lo largo de sus vidas, unas más  importantes que otras y algunas de consideración, que se les presentaron en el trabajo, jubilación y que nunca hablaron, pero mermaron de manera importante sus vidas, otra pérdida de la salud plena que generalmente afectan su independencia y otras pérdidas muy dolorosas que se viven en silencio, porque así lo impone la sociedad.

… Y ahora que hacer?  necesitamos buscar la forma y la manera de apoyarles. Tal vez no será posible elaborar un duelo, pero seguramente lo principal será, sin duda, escucharlos de manera asertiva y con empatía, cariño y respeto a su historia, esa que los ha carcomido por dentro gran parte de su vida, Podemos ayudarles a organizar y preparar algo significativo que les dé paz y tranquilidad. Realizarlo con todo respeto, sin presión y, sobre todo, con su consentimiento, tomando en cuenta que los duelos se transitan paso a paso y que será de acuerdo con lo que el duelista vaya aceptando y realizando.

En su mundo y en su entorno ¿qué piensan y qué sienten los adultos mayores en las fechas especiales?

Algunos están en soledad, recordando con añoranza todas las experiencias vividas, pero asumiendo que así es la vida. Los hijos haciendo sus vidas con sus familias y mostrando conformidad de que la vida ya les dio lo que les tocaba.

Otros recuerdan con gratitud y felicidad las fechas conmemorativas, expresando que fueron con mucha alegría, que su memoria está llena de buenos recuerdos y cosas hermosas, también mencionando que fueron otros tiempos en que se vivía en armonía y verdadera convivencia.

Lo que si bien es cierto, es que los adultos y adultos mayores aún sufren por quienes, como dicen ellos, “  se nos han adelantado en la fila”, sintiendo también el gran cambio de las generaciones, observando cómo restan importancia a las sillas vacías que quedan por los que se fueron, dicen en su coloquial lenguaje No hay nada más que hacer. Solo disfrutar las fiestas con quienes estamos vivos en este plano, aprovechando el presente.

En las fechas especiales, como cumpleaños, aniversarios u otras celebraciones, manifiestan que es un poco más efímero el poder enfrentar, en forma muy personal e íntima, el recordar al ser querido y poder celebrar de alguna manera la fecha especial. 

En las fiestas navideñas, se torna más un torbellino de emociones y sentimientos, aún si han pasado muchos años de la pérdida. Algunos hasta mencionan entrar en un estado depresivo y lo único que desean es que pase todo, lo más rápido posible, ya que es muy agobiante el ambiente y muy difícil poder convivir con tanta algarabía, cuando se está viviendo un proceso de plena tristeza. Ya que estas épocas recrudecen y traen consigo angustia, ansiedad, impotencia ante este trance, siendo esta situación de igual manera como la sienten quienes han perdido una relación sentimental.

Así que es de suma importancia prepararnos de manera proactiva, con positivismo y no anteponernos a que serán fechas trágicas. Démosle valor al presente y, sobre todo, tener familiares y amigos; agradezcamos que estamos vivos y que la vida nos da la gran oportunidad de reencontrarnos, reunirnos, amar y ser amados. 

No podemos enojarnos por estas situaciones, porque la muerte es parte de la vida y estaremos teniendo pérdidas por siempre. Mejor elijan vivir en paz y honrar a su ser querido con un “Yo en ti y Tú en mi eternamente en mi corazón”.

Los abrazo fraternalmente, 

María del Rosario Ortega Ortega

Lic. En Trabajo Social, Socio terapeuta y Tanatóloga

Facebook: @rosario. tanatóloga

San Luis Potosí, S.L.P. México

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